La mejor forma de explicarle a alguien a quien el conflicto no le llega de cerca, es aplicar un ejemplo que sí lo haga.
En Argentina, lo mejor es el ejemplo futbolero.
Mucha gente decía «La respuesta de Israel contra el Líbano es desproporcionada». La ridícula frase parece ser dicha en serio por los iterlocutores de turno. La pregunta para aclararles la mente es «si Angola le hace un gol a Italia, los tanos reaccionan y dan vuelta el partido 6-1, dirías que la respuesta es desproporcionada, y que con un 2-1 alcanza?
Si le vas a pegar a un moncho musculoso y patovica, si sos un pibe chorro peleador pero sin mucho físico, estate listo para recibir trompadas de otra magnitud. De lo contrario, no lo jodas.
Todo esto a cuenta de que el Gabinete de ministros israelíes acaba de resolver la no aprobación de la ampliación del operativo terrestre en el Líbano.
¿Qué nos dice esto? Dos cosas:
- Que el conflicto se va a extender, lamentablemente.
- Que las decisiones en Israel, incluso las más dolorosas y bélicas, responden a un proceso democrático.
¿Qué votación habrá pasado el Hezbollá para atacar con cohetes a un país vecino que tiene poderío nuclear?
¿Cómo se le explica al pueblo libanés que no fue su gobierno electo el que lo decidió, pero que igual deben pagar el pato?
Nada es fácil de responder cuando vivís en un país marioneta. Igual de difícil que es explicarle a los padres de soldados caídos en Malvinas por decisión guerrera de un gobierno militar «que nadie eligió». Y me salió otro ejemplo del alma. Sori.
IsReal 