Van avanzando los días y el horror se va descubriendo en forma exponencial.
En los pueblitos civiles cercanos a Gaza en los que los terroristas de Hamás invadieron y asesinaron gente, como si esa oración no fuese suficiente, se empiezan a conocer detalles: bebés decapitados, familias enteras fusiladas en sus casas, reportes de mujeres que fueron violadas y luego asesinadas en la fiesta de música electrónica que se celebraba cerca y en la cual masacraron a 260 personas.
Los asesinados por Hamás ya pasan los 1200 y no conozco a nadie que no tenga a alguien conocido o cercano entre las víctimas. Aquellos cercanos con los que se puede hablar cuentan que al salir de 20 horas encerrados en el refugio de su casa, lo que vieron a su alrededor, que también sus hijos chiquitos vieron, no se lo van a poder borrar nunca de sus retinas. El horror jamás imaginado.
Y lo peor es que los terroristas de Hamás, entran a territorio israelí a hacer el mayor daño posible, sabiendo que no van a volver. Son suicidas. No tienen un plan de guerra. Es un mega-atentado. Y los que lo planearon saben con seguridad que Israel va a responder. Y saben que en esos ataques van a morir muchos más civiles que los israelíes que lograron asesinar. ¡Y no les importa! Porque esa es la gran diferencia entre un terrorista y un soldado. Cuando tenés un ejército, que su función es DEFENDER a los ciudadanos, ellos van a hacer todo por cuidar tu bienestar, ANTES de atacar al enemigo. Pero cuando hay terroristas que toman el poder militar, como en Gaza en manos de Hamás, nada les importa más que eliminar al enemigo, sin tener en cuenta a su propia gente. Porque así se define el fanatismo.
Israel ahora avanza sobre Gaza. Para los que no lo saben, se suele hacer es «marcar» un edificio con un explosivo que hace ruido sin daño (se denomina «tocando el techo») para que los que están adentro sepan que en breve, ese edificio va a ser bombardeado. Y luego, se lo derriba, dándoles la oportunidad de evacuarse. ¿Acaso se merecen semejante deferencia? Cuando los holandeses pegaban y provocaban, lograron sacar de sus casillas al mismísimo Messi que les hizo el topo gigio. Imaginate si el ejército israelí perdiese los estribos.
El plan de Israel es siempre destruir la infraestructura de Hamás en Gaza y eliminar puntualmente a la cúpula (ayer asesinaron al ministro de economía de Hamás, por ejemplo) haciendo uso de inteligencia para ubicarlos y de una precisión quirúrgica para llegar a ellos. Y los políticos de turno (que casi siempre fue Netaniahu) no se cansan de repetir «vamos a responder de una manera que jamás se olvidarán». Y ya dan lástima. Porque a Hamás no les importa. Porque al minuto se olvidan. Porque las imágenes de destrucción en Gaza que recorren el mundo no los preocupan. Reciben financiación y levantan todo de nuevo sin pestañear. Y ya vemos que, con un planeamiento preciso, lograron hacer un daño irreparable a la sociedad israelí, sin importar que la última vez, el ejército les propinó «una respuesta que jamás olvidarán».
En la sociedad israelí cada vez se escucha más, y en especial esta vez, que «no alcanza». Que esta vez de verdad hay que hacer algo que no solo Hamás sino el mundo entero no olvide más. La paciencia se acabó. Fueron demasiado lejos. El mundo entero por primera vez responde sin dejar lugar a dudas con un apoyo incondicional a Israel. Exceptuando, claro está, a gente tibia que está comprometida con Irán como la vice presidenta argentina Cristina Kirchner, que twiteó una condena a la violencia, sin explicitar la de quien, y sin siquiera usar la palabra Hamás, y confundiendo los términos diciendo que los conflictos entre países blah blah blah… Hamás no es un país. Hamás es una organización terrorista declarada por todos los países del mundo como tal, que tiene como rehén a toda la franja de Gaza, en la que viven aterrorizados millones de palestinos sin otra opción que saber que en cualquier momento van a ser bombardeados, como consecuencia de las acciones de los que los fuerzan a una vida miserable.
En el norte, las cosas se siguen calentando pero por ahora, y por suerte, no avanzan hacia un conflicto. A pesar de que ya hubo muertos del lado israelí. Esperemos que quede así.