Bueno, lo estuve pensando esta noche y me propuse hacerlo a la mañana. Me encontré con la sorpresa de leerlo como propuesta de uno de los lectores de este blog, que me leyó también el pensamiento.
Le saqué los comentarios a este blog.
La razón es sencilla. En este blog me propuse documentar una etapa en el estado de Medio Oriente que a mi entender es histórica en cuanto a los cambios que se están sucediendo, después de décadas de estancamiento.
Este no es un blog de debate. Ojalá lo fuera. Estaría encantadísimo de recibir como lector a alguien que defienda con convicción y argumentos sólidos la causa palestina y la guerra santa en general. Bueno, y si lo hay, alguien que defienda la causa de Hezbollá y que dure más de un round técnico.
Pero lamentablemente eso no ocurre. Internet y su banda ancha se han abaratado hasta llegar a un público que en general lo único que hace es probar lo pelotudos que somos los argentinos. Me incluyo, claro.
Vienen en forma anónima, sin un mail siquiera donde responderles, sin mas deseos que provocar mediante CH_CA_NAS! y slogans berretas, jamás contestan una pregunta con argumentos debatibles y generalmente no poseen los conocimientos históricos mínimos como para entrar a un debate serio.
Entonces, para ahorrarle tiempo a los lectores que -aun así- se toman el trabajo de contestarles educadamente, saco los comentarios y a otra cosa mariposa.
Simplemente dejo el correo abierto (ver en «Acerca del Autor«) para quien quiera contactarme cuando quiera y como quiera. Las respuestas serán acordes a la requisitoria, de más está decirlo.