Ser antisionista es algo que requiere mucho trabajo. Hay que leer, hay que informarse, hay muchos años de historia. Hubo muchos antisionistas o antijudíos durante los últimos 70 años que realmente hicieron un trabajo para sacarse el sombrero y felicitarlos. Lograron, por ejemplo, que un país como Argentina, al que le importa un pito el judaísmo, sea de una base generalizada antisemita importante.
Pero con el tiempo, cualquier tarado sin el secundario terminado se la da de antisemita. ¡Ah no, señores!… ¡nosotros exigimos un mínimo de preparación! No nos pongan frente a gente improvisada, porque cuando nuestros detractores son poca cosa, el autoestima se nos baja. Eso quiere decir que los inteligentes han estado ocupados difamando a otro pueblo que no somos nosotros. Y eso no lo podemos permitir porque, como se sabe, somos el pueblo elegido.
Fijensé qué desprolijidad lo que les muestro. Hace más de un año y medio me crucé con la noticia de la «Compra de la Patagonia» a manos de Israel, para formar un Segundo Israel. Al margen de la alegría breve que me causó el poder ir a ver a San Lorenzo sin tener que viajar tanto, la decepción fue dura cuando me enteré de que era mentira.
Vean el post original.
Pero ¿qué ha pasado? Otros medios antijudíos reciclaron la noticia, como aquí les muestro, un año después con el mismo texto.
¿Será que se enteraron tarde? No creo… porque seis meses después, EL MISMO SITIO vuelve a publicar la misma nota, el mismo texto igualito (cambiaron el título, eso sí, nobleza obliga)
Señores antijudíos del mundo, les pido por favor: no nos hagan quedar mal. Esfuércense un poco si nos quieren difamar. Inventen teorías nuevas. Si quieren les doy letra: que los chips de Intel incluyen programas de espionaje para espiar las vidas sexuales de los no-circuncidados. Ahi tienen para rato. Dale, pongale pilas porque con esto del Daesh, sentimos que los odian a ellos más que a nosotros y eso nos duele muchísimo.
Gracias!