Con el 99% de los votos contados, ya se puede hacer un analisis de los resultados de las elecciones de ayer.
Como en la perinola: Todos Pierden.
Empecemos diciendo que el nuevo partido de los jubilados (conducidos por jubilados de verdad, muy parecidos a los dos viejitos del balcon del show de los Muppets, y no por chantas como Varela Cid) sacó 7 bancas. Con ese dato, muchos encontraron excusa para lo que pasó.
Al partido Kadima, creado hace 4 meses por Ariel Sharon, en aquel entonces le daban 42 bancas en las encuestas. Terminó con 28, y que digan gracias que las elecciones fueron ayer. En un mes le quedaban 3 o 4 bancas menos. Su excusa es que el partido de los jubilados son votos suyos.
El laborismo (Avodá) cuando eligió a Amir Peretz (le ganó la interna a Shimon Peres, que decidió unirse a las filas de Kadima luego de la derrota) dio a imaginar que lo pintoresco de su nuevo lider le iba a quitar gran parte de sus votantes, en favor de la clara propuesta de Kadima de desconectarse de los palestinos. El laborismo perdió 3 bancas respecto de las que tenía. Pero comparado con las 28 que sacó Kadima, sus 20 bancas lo dejan en un puesto central para formar parte de la coalición del gobierno.
El Likud de Netanyahu no solo perdió bancas, sino que perdió el podio. Quedó en quinto lugar, lo que obligó a los medios gráficos a dar no solamente los 3 primeros puestos, para que se vea en dónde quedó el partido que llevó a Sharon al gobierno. 11 bancas en el peor resultado de su historia. Esperemos que se entienda el mensaje.
Mafdal e Ijud Lehumi, dos partidos de derecha religiosa, sumaron fuerzas para perder en conjunto. Tienen 9 bancas, que no es poco, pero es menos de lo que tenían por separado.
Meretz, partido tradicional de izquierda laica y progresista, tocó fondo de la mano de Yosi Beilin, con 4 bancas solamente. Difícil pensar que alguien se moleste en Kadima en darles algún ministerio a cambio de su apoyo que, de todas formas, seguramente dará en el congreso desde afuera de la coalición.
Shinui, partido de corte liberal, laico, anti-religioso, que dio la sorpresa la elección pasada alzándose con 11 bancas, hoy desapareció del mapa.
¿Cuáles son los partidos que crecieron en bancas?
El partido del inmigrante ruso Avigdor Liberman (Israel Beitenu), de derecha y con fuerte apoyo de la comunidad rusa en el país (un millón de votantes) obtuvo el cuarto puesto con 12 bancas. Es muchísimo. Los del Likud sostienen que parte de sus votos son suyos, y están destinados a castigar a Netanyahu.
Shas, el partido religioso-social de los sefaradim, logró mantenerse en 13 bancas. Es un aprtido que puede comprarse con plata y formar parte de cualquier coalición. Pero es lamentable que sigan conservando su poder. Un paso atrás.
Cerramos la lista con los partidos árabes que en conjunto suman 10 bancas, manteniendo su espacio habitual.
La coalición que se impone, necesariamente, debe incluir a Avodá.
28 de Kadima más 20 de Avodá, todavía necesitan apoyo para formar gobierno con un mínimo de 61 bancas. Cuatro meses atrás, Kadima se daba el lujo de obviar su apoyo. Es casi seguro también que se sumen a la coalición los Jubilados de Gil con 7. Sumarían los tres partidos: 55. Falta.
Si sumasen a Meretz (4) y a Yahadut Hatorá (partido ortodoxo que logró sus 6 bancas), quedaría una coalición de 65 que si bien es legal, es débil. Es poco.
Entonces es probable que llamen en su lugar a Shas (13) y a Israel Beitenu (14) -si es que estos últimos aceptan el programa de desconexión- y lleguen a 82 bancas, lo que sería una fuerte base para llevar adelante el decisivo programa de gobierno que Kadima propuso.
Sí, yo sé algo de matemáticas y sé que si a 55 le sumamos los 13 de Shas alcanza para pasar los 61. Pero eso deja en un lugar demasiado estratégico al partido especialista en extorsionar al gobierno de turno con sus demandas a condición de quedarse en la coalición. Por eso el partido de Liberman viene a ser la rueda de auxilio que le asegure a Ehud Olmert tener su coalición a salvo en cualquier caso. Y Shas será la rueda de auxilio por si a Liberman se le sale un tornillo.
En todas las elecciones hubo un partido nuevo que dio la sorpresa y en las elecciones siguientes ya no existió (Partido del centro, Shinui…). Esperemos que si ese es el futuro de Kadima y finalmente cada uno volverá a su partido de origen, al menos alcancen a cumplir los objetivos que Sharon tenía planeados para los próximos 4 años. Y con eso me refiero a la desconexión de Israel de la autoridad palestina. En ese caso voy a sentir que mi voto al menos no estuvo perdido. Y la historia de Israel, se va a empezar a escribir de nuevo.