Refugiados que la Sudan en Israel

Este post no te va a gustar. Como el brócoli.

Vamos a hablar de Israel como país ¿racista?, de los ¿refugiados? Sudaneses deportados. Y de Suar.

Israel nació en 1948 bajo un concepto diferente a los demás países del mundo. Hay quienes dicen que nació «a pesar del holocausto» y otros que dicen que «gracias» (dicho entre comillas y nunca como algo positivo) al holocausto. Nació con la conflictiva pero necesaria definición de ser un Estado para los Judíos. Así nomás. Es como si dijesen que Hungría a partir de ahora es para los… pelirrojos. O que Bolivia es para los diabéticos. O Canadá para los Osos panda.

Hubo una suerte de reparación histórica en la definición de un país para los judíos, que es el único pueblo de la antigüedad que sobrevivió a todo y a todos, y que fue echado de su propia tierra y perseguido y esclavizado por casi todo el planeta a lo largo de la historia. Y bueno, luego de la segunda guerra mundial, se dio el bardo de las potencias que fueron abandonando sus colonias y dejándolas independizarse a manos de quienes allí vivían (fijate la cantidad de países que datan de los finales de la década del 40 y vas a ver). Y simultáneamente se dio a conocer el resultado tremendo del Holocausto. 1+1 sumaron y dio que la ONU votó con un poco de conciencia histórica y otro poco de culpa, la creación de un «Estado para los Judíos».

Y esto es así. Te guste o no.
Si bien no se te obliga a ser judío para vivir acá, el Estado se preocupa por que este país siga respetando esa definición. Eso trae mil problemas de los que hablaremos en otros posts, como por ejemplo: ¿garantiza que sea un estado judío que se cumplan a rajatabla las costumbres de los ultrareligiosos o alcanza con que recordemos nuestra historia con los feriados conmemorativos? Pero dejemos eso.

El punto es que si un buen día la cantidad de no-judíos (árabes, pero no solamente) supera a la cantidad de judíos (sabemos que el promedio de hijos de una familia judía es mucho menor a la de los árabes, así que no es loco pensar que tarde o temprano eso pueda ocurrir), eso traerá acarreada una minoría judía no solamente en las calles sino también, logicamente, en el congreso. Y las leyes que se voten, lógicamente, ya no tendrán su componente de reparación histórica ni memoria activa ni nada. Cada grupo votará para lo que le convenga. Así funciona en todo el mundo.

Entonces existe la posibilidad de que se anule como feriado obligatorio el Día del Perdón y se establezca el Día del Corán o el de la Bandera de Sudán.

Oh, tocaste un tema jodido. Cagaste, Josi. Te metiste con los refugiados.

Es que, claro… se lee tanta propaganda humanitaria que uno no tiene más opción que reflexionar. Uno se pregunta «¿estamos siendo un país hijo de puta? ¿le debemos a todo el mundo muchos favores por habernos permitido establecer un Estado Judío en 1948?»

Y la respuesta es que no. Es cierto que muchos judíos escaparon de Europa ANTES (mucho antes!) de la Segunda Guerra Mundial. Entre ellos mis abuelos. Allá por 1920. Y llegaron a Sudamérica. Toda esa gente fue aceptada en Argentina, no porque el país del sur se caracterice por su esencia humanitaria. Preguntale a los aborígenes del sur del país. Lo hicieron porque al país le servía. Aceptaron gente que venía en su mayoría con profesiones y que fueron un pilar en la comunidad de ese momento y hoy en día… bueno… miralo a Suar! (eso fue un chiste :P).

Y ahora llegan a Israel (y te pido que mires un mapa) gente de Sudán, de Eritrea gente que escapa de tremendas situaciones de conflicto en sus países de origen. Son decenas de miles que llegaron desde 2005 de manera ilegal, filtrándose a través de Egipto en un largo peregrinar. ¿Por qué Israel y no quedarse en Egipto o en otro paíse vecino? Bueno, nadie es tan tonto. O quizás Israel sí lo es. Y ahora Israel está a punto de deportarlos con una compensación económica, después de haberlos acogido por muchos años y muchas discusiones.

Los que condenan la deportación dicen muchas cosas: que cómo puede ser que Israel, un país que gozó de la benevolencia de tantos países que acogieron a sus antepasados perseguidos, ahora le da la espalda a quien está siendo perseguido en sus países de origen.

En esa afirmación tendría muchas cosas para refutar. ¿cuánto ayudaron a los judíos en la segunda guerra? ¿están seguros de lo que dicen?

Después, tenemos el tema de que son perseguidos en sus países. No he visto entre toda la propaganda que hacen, ni un solo link, ni un solo artículo mostrando la veracidad de dicha afirmación. Si lo hay, sepan ustedes, ávidos defensores de los Sudaneses y Etritreos, están fallando en la campaña. Tienen que ser más convincentes. Más serios. A los que no nos interiorizamos TANTO nos queda la duda si simplemente escapan de un país en el que se pasa hambre o que hay una guerra interna, que muy diferente es de quien escapa siendo perseguido político en forma personal.

Una cosa es que te mudes de Pompeya porque es un barrio inseguro y otra cosa es porque te amenazaron los de la villa de la Perito Moreno, que si no te vas, te matan a toda tu familia. Seamos serios. No pintemos las cosas de un color que QUIZAS no lo tiene. A mí, apriori, me cuesta creer que los 30 mil sean perseguidos políticos.

Avancemos un poco más. Los países del mundo tienen ciertos requisitos para darte la ciudadanía. Yo intenté en Inglaterra y en Australia. Se me cagaron de risa. Israel también tiene los suyos. Por ejemplo: tenés que tener una abuela judía. Esta gente no la tiene. Entonces viven en Israel en un status indefinido, sin ciudadanía, y créeme que para status indefinido ya tenemos bastante kilombo en este país con los Palestinos. Al no tener ciudadanía, darles empleo legal… no es del todo legal. Y ahí se empieza a complicar. Porque todos necesitan llevarse un pedazo de pan a la boca, y si no podés laburar legalmente… algo tenés que hacer. Y de esa frase nada bueno sale. Desde un obrero que se cae de un andamio y no tiene ningún derecho de nada a que lo atiendan o resarzan, y de ahí para abajo. Y las consecuencias laborales de la inserción de 30 mil Sudaneses y Eritreos (y seguirán sumándose, que no te quepa duda alguna) implica que habrá gente dispuesta a laburar por dos mangos, y el que hoy tiene ese puesto por 4 mangos, se va a quedar sin laburo. Te guste o no, eso pasa.

Los países del mundo moderno aceptan refugiados. Pero no sin límite ni control. O no por tiempo indefinido. Ayudan, pero no absorben descontroladamente. Decíselo a los que huyendo de la crisis de 2001 en Argentina quisieron irse a vivir -ni más ni menos- a EEUU.

Israel es un país racista. Sí. Pero sin ponerse colorado. Israel nació por definición con una frase sectaria que determina que es para los judíos (aunque no sea una raza, pero no hay palabra que lo defina). Y aceptar sin más que un «bienvenidos» a cualquiera que tenga problemas en su país de origen, no solo es algo que ningún país del mundo hace tan libremente, sino que atenta contra la esencia que define a este país, que por primera vez en su vida, se está pudiendo mantener 70 años seguidos sin que nadie lo invada y lo eche de su tierra. Y yo quiero que eso siga así.

Entonces, antes de preguntarme qué opinión tengo, creo que vos solo al leer este largo post (si es que llegaste hasta acá) deberás estar bastante confundido y tu posición ya no es ni blanca ni negra.Es complicado porque la moral tira. Si ves gente que se muere de hambre, podés ayudarlos. Pero siempre se puede ayudar más. Y más. Y más. Pero no vas a donar todo tu sueldo, ¿no? Porque todo tiene un límite. Los países especialmente.

Te escucho.

1075995292