Papi, ¿me prestás el auto?

Es muy común utilizar analogías o ejemplos para explicar algo. A mí me encanta. Lo que ganás es que la persona que te escucha, no sabe a dónde apuntás y te escucha. Porque si arrancás diciendole «viste que todos los hinchas de Boca son tramposos?» ya te salta encima. Entonces arrancás con un «Supongamos que una Rana y un Elefante están en el bosque…» y lográs un poco de calma inicial para enviar el mensaje.

Ahora que todavía seguís acá, arranca mi analogía.
Supongamos que tu hijo (que no es un elefante), tiene 18 años y te pide el auto. Vos se lo das una vez y te lo choca. La segunda vez te quema con un cigarrillo el asiento.
La vez siguiente no se lo querés prestar. Le explicás por qué. No se pone muy contento que digamos. Y se lo lleva sin permiso. Entonces le ponés una traba con código. Se calienta peor y te pincha las ruedas. Y así seguís.
Lo que más te gustaría es que tu hijo demuestre que en vez de tener todo ese ingenio(?) para hacer maldades o torcer tu decisión a la fuerza, vaya con más cuidado, o que practique manejar, o que al menos… ¿sabés qué? te mienta y te diga que va a manejar con más cuidado.
Pero no… el pibe tiene orgullo (al pedo) y quiere sentir que te ganó. Y te discute que el auto es también de él, etc…Pero no te va a ganar porque vos estás al mando.
Bueno, si el ejemplo no te aburrió, y seguís leyendo, te vas a enterar de cómo se siente un ciudadano israelí respecto de los palestinos.
En vez de hacer ALGO que haga pensar a Israel que del otro lado hay seres responsables en los que se puede confiar, a los que les podes dar igualdad de derechos, y tratarlos como adultos, no… los palestinos suben la apuesta a la violencia en cada oportunidad.
Les entregaste en forma «tentativa» Gaza. Y construyeron túneles durante 7 años para entrar a Israel y asesinar civiles. Construyeron bases para lanzar cohetes que cada día llegan más lejos. Así provocaron que Israel tenga que volver a entrar a Gaza a destruir esa construcción para la guerra, y ahora salen a filtrarse en Israel con cuchillos a matar civiles desprevenidos, usando mujeres (sí, esas que suelen llorar frente a las cámaras de TV del mundo) y niños de 13 años (esos mismos que son usados como logotipo de las campañas contra Israel al morir en medio del conflicto).
Cada día que pasa, un israelí más se convence de que no hay solución posible con un pueblo que marcha en la dirección opuesta a la paz. Que no deja de inventar caminos para la guerra, sea como sea. Cada día que pasa se empieza a escuchar más y más la frase de «olvidate de los dos estados para dos pueblos, Israel jamás va a permitir que haya un país vecino en el que no pueda meterse a controlar la violencia y los ataques». Aceptémoslo. No va a haber un Estado Palestino.
Entonces queda solo la opción de ser un único país. Pero claro… son ciudadanos que, al estar esperando su propio país, están en un estado indefinido, de ciudadanos sin documento Israelí; ciuidadanos de segunda. Y para que sea un solo país, tenés que darles igualdad de derechos en todo.
Los dos caminos para lograrlo son… hacer buena letra e ir por las buenas (a pedir el auto, demostrando haber aprendido a manejar(se)) o si no, hacer la guerra, con la vana ilusión de poder ganarla.
Han pasado más de 40 años. Si todos los países árabes del mundo hubiesen querido ganar la guerra y borrar a Israel del mapa, ya lo habrían hecho. Imaginate: Irán, Irak, Egipto, Siria, Arabia Saudita, Jordania, Qatar, Kuwait… y seguí nombrando a los amigos de Israel… Pero no… Eso no ocurrió en 40 años… ¿qué te hace pensar que va a ocurrir ahora? ¿O el año que viene? ¿O el otro? Ni hablar.
Quiero creer que, como yo, dejaste de lado la ridícula utopía de David y Goliat, y te diste cuenta de que por la fuerza, no van a ganar nunca. Y de que lo mejor que pueden hacer es cambiar 180 grados la actitud y decir, «señores, borrón y cuenta nueva». Y poner el hombro para tener un vecino normal, y poder dedicarse a construir una vida, un país, un futuro propio. Así como lo hicieron Egipto y Jordania.
Y el auto se lo habrán ganado no solamente de la mejor manera posible, sino de la única.
022

Europa se va a Cagar

No, no es una noticia, lamentablemente, sino una expresión de deseo mía.

Europa, quien alberga a otrora potencias colonizadoras a troche y moche como España, Francia, Inglaterra, la mismísima Holanda y hasta Bélgica, que se han sabido instalar a fuerza de conquistas caprichosas en tierras lejanas como África, Oceanía o Sudamérica, Europa, es, decía, el continente más hipócrita del mundo.

La Unión Europea aprobó hoy la inocente pero artera medida de identificar de manera explícita a los productos israelíes fabricados en los «Territorios en Disputa». Y expliquemos esto porque no todo es blanco o negro. Jamás lo es.

Gaza y Cisjordania son territorios en disputa. No son «Israel» en forma legal pero hace rato que dejaron de ser Jordania y Egipto. Y, como todos sabemos, todavía no son «Palestina». Diferente es la situación de los altos del Golán, que (también hace rato que no son Siria) fueron anexados oficialmente por Israel luegfo de la Guerra de los Seis Días.

Esto que hace la Unión Europea, de poner una etiqueta que diga «fabricado en los territorios en disputa» (o como carajo lo quieran describir), disimulado en la inocente intención de indicar la procedencia exacta del producto (entre los cuales se incluyen algunos de los mejores viñedos de Israel) persigue y facilita la idea de alentar el boicot a Israel. Así, cuando un Austríaco vaya al super, podrá decir «ah, no, esto no lo compro porque apoyo a Palestina».

De cualquier forma, hasta tanto el mundo entero acepte una realidad diferente, esos territorios están en control de Israel. Y la autoridad global que los rige es Israel. Y ¿sabes que? Ojala viniesen fuerzas internacionales y les pudiésemos entregar las llaves y decirles, «haganse cargo ustedes de controlar que nadie tire misiles», pero para eso no se mueve nadie y miran para el costado.

Me gustaría que algún europeo me venga a decir si se atreverán a etiquetar productos como «Esta pelota de fútbol fue cosida a mano por niños Malasios esclavizados»; o si pondrá calcomanías en los kiwis diciendo «si no hubiésemos conquistado Australia, este Kiwi lo estaría comiendo un aborigen mientras vos comerías una puta y aburrida manzana».

No es novedad (para este blog en especial) que Europa es un continente hipócrita. Me gustaría poder boicotearlos de alguna forma. Pero claro… quienes somos «nosotros»? Si todo se mueve por plata, y nosotros… nunca somos los que la tenemos.

Solo escribo estas líneas para que sepan que nadie se chupa el dedo, que todo el mundo acusa con ese dedo sin chupar a Israel siempre que puede, y es por eso que, cuando me preguntan «¿como puede ser que Israel no se preocupe en hacer propaganda mostrando lo que REALMENTE pasa con los Palestinos?» yo les vaya contestando cada año un poco más enfáticamente lo que los viejos israelíes ya dicen hace mucho: «porque al final, nos chupa un huevo lo que digan de nosotros»

Animales de Costumbre

Nos acostumbramos a todo. Como los perros. Como los monos.

Acá en Israel la realidad se ve modificada con velocidad. No hay tiempo para lentas adaptaciones. Tiraban cohetes, empezaron las sirenas, un poquito de miedo, y a los 3 días «ufff… otra vez tengo que frenar el capítulo de Lost por la sirena y meterme en el refugio?»

Desde hace un mes, día más, chuchillo menos, Israel se encuentra frente a un nuevo aluvión de mini-atentados hormiga de palestinos locos enfundados en cuchillos o al volante de autos, que se abalanzan contra cualquier civil y lo tratan de matar. ¿Terrible no? Imaginate ir caminando por Larrea y Cangallo y que te salte un moncho con un tramontina. Acá en Israel, en el mejor de los casos, a esos terroristas los matan en el acto para evitar que sigan su carrera loca revoleando el cuchillo. Y digo tienen suerte porque ni me quiero imaginar el destino de aquellos a los que la policía logra neutralizar antes de que alguna fuerza de seguridad le dispare.

Al principio, nos paralizamos. Los cuchillos no saltaban solamente en los Territorios en Disputa sino en Raanana, en Petaj Tikva, a la vuelta de tu casa, en la esquina de la mía. Yo no podía trabajar tranquilo ante el shock novedoso. Tenía el dedo mocho de apretar F5 para ver si pasaba algo nuevo y ver si tenía que ir a desenfundar la victorinox y enseñarle a mis hijos como defenderse.

Pero… como todo. Ahora ya nos acostumbramos. Porque si nos tiraron un templo los babilonios y nos sorprendimos, luego cuando vinieron los romanos y nos tiraron el segundo dijimos «bueh, otra vez…» Y así siempre. Nos acostumbramos a todo. Y hoy, que siendo las 3 de la tarde ya hubo 3 atentados, con cuchillo con auto, atropellando, sacando un cuchillo una mujer con pinta de madraza que cocina rico, entrás a Ynet a ver las noticias y te encontrás que se habla del beso de no se que mujeres de Hollywood, de la vacuna contra la gripe, de un radar que detecta cohetes, de un smartphone nuevo y del avion ruso que se cayó. Y chiquito al costado en la ventanita de los flashes, te cuentan al pasar que hay un nuevo atentado en Alfey Menashé. Cosa menor. Un cuchillo y un herido grave. Nada que no hayamos visto.

Uno va perdiendo la sensibilidad. Y después pretenden que uno llore con las telenovelas. Acá hacen falta muchas cebollas para sacarnos una lágrima. Lamentablemente.

israel se acostumbra a todos