Guerra con Hamás – Día 13

Todo indica que mi pronóstico falló. Es que la lógica no tiene por qué prevalecer en medio de una guerra. Porque la guerra en sí es impensable. Yo sé que ustedes, lectores de sudamérica o de Estados Unidos, México, saben de la guerra por haberla visto en películas. todos éramos así de inocentes. Pero cuando ves (y ya se empiezan a ver) imágenes de lugares que uno conoce, que le son familiares, bañados de sangre. O cuando ves a una persona contando que ayer a la tarde estuvo sentado en ese escritorio en el que ahora se ven cartuchos de balas, las cosas toman otra dimensión. No es un set de escenografía de hollywood. Es esa ojota croc, o ese cartón de leche tnuva manchado de sangre. Es tuyo. Sos vos. Es diferente en una escala que no se puede describir. Y no pasó hace 50 años. Pasó hace 13 días.

Así es que en esta ilógica situación de querer matarse los unos a los otros como el hombre de la prehistoria, aparentemente el ejército tiene casi todo listo para entrar y cumplir lo que prometieron cuando teníamos todos la sangre caliente: Hamás va a dejar de existir.

No podemos dejar de pensar en los 203 secuestrados. En 10 chicos y 30 ancianos que en estos momentos están siendo quizás alimentados y seguro mantenidos en encierro por las bestias de Hamás, que por lo que se vio en las camionetas en las que vinieron, estaban hasta la coronilla de droga encima. Algo llamado Captagón. Como si les hiciese falta algo más para perder completamente la cabeza y volverse todavía más locos. Yo no dejo de pensar en el día después de esos 10 chicos que tienen -Dios lo quiera- toda una vida por delante para poder sobreponerse a lo que vivieron. Me intriga saber cómo lo lograrán. O si se convertirán en soldados con los ojos inyectados en sangre esperando poder vengarse en cualquier oportunidad que les de su servicio en el ejército allá por el año 2031 cuando entren a Tzahal.

Lo cierto es que está al caer la tercera fase de esta guerra. Y todos queremos un final feliz. Pero sabemos que ya no lo va a haber. Este es un país muy chico. No vas a encontrar a alguien que no conozca a algún muerto o secuestrado. Yo mismo, que soy un medio extranjero, que no crecí acá, sé de los dos hijos de Itzik (Yair y Amos) que están desaparecidos y del cual saqué el nombre Yair para mi primer hijo Dylan Yair. También sé del hermano de Jaguit que fue enterrado esta semana con banderas de Boca.

Feliz no va a ser. Pero quizás sea un poco menos injusto. Y paro acá antes de volverme yo mismo irracional con el discurso de la guerra. Porque la guerra te cambia la forma de ver todas las cosas. Espero que no para siempre. Porque no me reconozco.

Guerra con Hamás – Día 12

Me la juego. Israel no va a entrar a Gaza via terrestre.

Después de haber dado 24 horas que ya se convirtieron en 5 días. Después de haber hecho prensa de que Hamás no deja evacuarse a los civiles. Después de que un hospital se incendió (al final era de un cohete propio que les cayó encima a los terroristas) y después -y fundamentalmente- de que Biden se haya tomado el trabajo de venir al país en avión por solamente unas 8 horas, creo que la furia se dejó estar y los pensamientos apocalípticos del «me importa un carajo todo, ésto no puede quedar así» hayan sido archivados… creo que las IDF no van a entrar.

El gran triunfo de Israel se va a reducir a recuperar a los secuestrados. Unas 200 personas que cuando se anunció la entrada terrestre no se sabía en número pero ahora, con la confirmación de semejante cantidad de familias afectadas, Israel va a tener que convertir ese logro en su gran victoria, demostrando (y cito a futuro) «que la vida, para nosotros, es mucho más importante que todo».

Biden vino a dictar la receta. Quien me conoce sabe que yo siempre digo (lo dije también con la reforma judicial en un post aquí más abajo) que Israel no toma (no puede tomar) ninguna decisión sin hacer una llamadita a la Casa Blanca. Y Biden, con Irak y Afganistán en el historial, se vio obligado a retraerse un poco en las ofensivas militares around the world. Convirtió a la Casa Blanca en la Casa Blanda (my copyright!). Y habrá que morderse los labios y aguantar. Porque todos teníamos una furia incontenible que, lo reconozco, lentamente va dejando paso a que el raciocinio vuelva a gobernar nuestra mente. Y si pensamos en una entrada terrestre, inmediatamente tenemos que pensar en las decenas de soldados que van a caer en la misión. Porque con todos los días que han pasado para que se preparen, para que dejen minas por todos lados, para que planten francotiradores esperando a los soldados israelíes, es imposible no pensar que van a morir decenas de soldados. Y son pibes de 20 años. Y en la televisión van apareciendo de a docenas las historias de gente que perdió a sus seres queridos de la forma mas cruel y terrible que puede ser. Gente que fue testigo de barbaridades inhumanas y que va a tener que vivir con eso toda su vida. No faltan tragedias como para agregar decenas de familias más.

Las promesas del gobierno que «Hamás no va a gobernar mas en Gaza cuando terminemos», creo yo, no va a poder ser cumplida. Estados Unidos habría tenido que venir con aviones repletos de fuerzas comando para que eso ocurra. Sin embargo vino con un solo «soldado»: el presidente. Puestos los hechos así, mi predicción es que no van a entrar. Y espero -con todo el dolor de mi alma, y a pesar de lo escrito-, espero equivocarme.

Guerra con Hamás – Día 11

Empezó el clásico de los clásicos. Fuiste vos, no, fuiste vos.

Cayó un misil en un hospital en el Norte de la Franja de Gaza y dejó al menos 500 muertos. Y es un clásico que automáticamente el mundo que apoya a los palestinos sin importar la barbarie que hubiesen perpetrado (léase: Página 12, por ejemplo) ya afirman sin ningún uso de verbos potenciales que Israel bombardeó el hospital. Todavía no entienden la diferencia entre Palestinos y Hamás. Y Hamás tiene el descaro de decir que Israel cometió un crimen de guerra.

Las numerosas pruebas de video transmitidas por los mismísimos medios árabes como Al Jazeera, demuestran que lo que pasó fue que un misil fallido lanzado desde la frontera de Gaza, cayó sobre el hospital.

También es un clásico que el mundo árabe se vuelca a manifestar en contra del salvajismo israelí. Estamos acostumbrados. Justamente en el informe que preparé ayer para los periodistas extranjeros (antes de que ocurriese este lamentable hecho) hablaba de los 6 únicos hospitales (de un total de 20) que se autoevacuaron, porque al resto Hamás no los autorizaba, usándolo como escudos humanos, sabiendo que Israel no va a poder atacar ni entrar vía terrestre si no se evacuan los civiles en el norte de la franja.

En un par de horas, el presidente de EEUU Biden aterrizará en Israel. Es un hecho sin precedentes que tan rápido haya podido armar sus valijas y venir. Y más todavía a un territorio en el que en ningún lugar se está completamente a salvo. También están al llegar los primeros mandatarios de Alemania y Francia. Exigirán y se les mostrarán las pruebas de la responsabilidad de Hamás en la explosión del Hospital. Afortunadamente, las pruebas de video hoy en día abundan.

Qué es lo que vendrá a decir en persona Biden, todavía no lo sabemos. Si es que viene a mandar un mensaje subliminal a Irán y a Hezbolláh, o si viene, como se comenta en los medios israelíes, a asegurarse que una vez hecho el trabajo, Israel no se quede dentro de la Franja de Gaza, o quizás a trazar un plan que contemple qué es lo que va a pasar con el mando de la Franja una vez exterminado Hamás, si es que eso ocurre finalmente.

Por el momento, se empiezan a escuchar autoridades del gobierno israelí aceptando las responsabilidades del fiasco defensivo que permitió el brutal ataque de Hamás, del que también se van conociendo detalles y apareciendo videos estremecedores que únicamente he visto en mi vida, en películas de Hollywood.

Parece mentira que en la vida real existan personas con tamaña maldad.

Guerra con Hamás – Día 10

La esperanza de que esta guerra sea corta se va desvaneciendo. Cuando todo arrancó, y rápidamente el gobierno israelí decretó que consideraba este conflicto como una guerra, tengo que confesar que me sorprendí. Porque a pesar del horror del golpe inicial que dieron los terroristas de Hamás, lo que tenía por hacer el ejército israelí… en mi opinión, era lo mismo de siempre: destruir la infraestructura de Hamás para retrasarlos 2 años en el avance de su maquinaria del mal. Sin embargo, los hechos demostraron que no siempre sabemos lo que se cocina en las oficinas del gobierno. De entrada se había tomado la decisión -quién sabe si en caliente o no- de destruir completamente a Hamás. Y nos sorprendimos por la determinación. Finalmente el gobierno y el ejército se embarcan en la tarea que instintiva -y quizás inconscientemente- todos deseamos siempre desde la comodidad de opinar desde el sillón de casa y con la poca idoneidad que nos caracteriza como ciudadanos normales.

Así que finalmente la Guerra que se declaró, es un escalón muy alto por encima de todo lo conocido. Y es por eso que todo se ve diferente. Van apareciendo las historias de terror de miles de familas (¡miles!) destruidas no solamente por la muerte de sus seres queridos sino por lo traumático de los hechos que rodearon dichas muertes. El ejército sumó a sus filas un número elevadísimo de reservistas como nunca antes se vio. Y la gente, de a millones, se asignó alguna tarea al hombro. No hay quien no haya ido de voluntario a algún tipo de tarea. Desde llevar con su auto particular cajas con comida a los soldados, hasta dar servicios de peluquería en las bases militares a los que están combatiendo. Todos ponen el hombro.

Cuando hice aliá me preguntaba por qué Israel no dedicaba esfuerzos en desenmascarar las mentiras que cuenta la prensa palestina. Veía los artículos que publicaba Clarín, firmados por el tal Shlomo Slutzky, que parecían escritos por un antisemita por lo tendenciosos y faltos de contacto con la realidad. Me daba asco. Y me dijeron que a Israel no le interesaba lo que el mundo decía, porque de todas formas, siempre estaban en contra nuestra.

El mundo cambió. El problema de los fundamentalistas islámicos se globalizó y países como Francia sufren en carne propia parte de lo que en esta pequeña tierra de medio oriente es la sopa de todos los días. Así que pues Israel está dedicando grandes esfuerzos y recursos en contar la verdad con lujo de detalles. Porque los hay.

Ayer empecé a colaborar con la Secretaría de Comunicación para la Prensa Internacional que depende directamente de la Secretaría del Primer Ministro. Todo un equipo de gente trabajando para traducir a todos los idiomas que te imagines (hasta al chino) los partes diarios de guerra para informar al mundo. Porque esta vez tienen que saberlo todo. Porque esta vez, va a ser diferente.

Guerra con Hamás – Día 9

Me sigo preguntando en qué momento voy a poder espaciar las crónicas y que no haya todos los días algo importante que comentar.

Mientras empiezan a aparecer noticias de cabecillas de la organización terrorista de Hamás que han sido abatidos, las declaraciones de los políticos y militares israelíes en este conflicto son diferentes a cualquier vuelta de violencia de las que solemos sufrir cada uno o dos años. Lo que se escucha ahora no es «haremos lo necesario para garantizar la seguridad de nuestro pueblo». No. Ahora Israel está en otra frecuencia. Evacuó a todos los pueblos y ciudades que rodean Gaza. Eso jamás había pasado. Y las frases que dicen son:

«No vamos a parar hasta desmantelar totalmente a Hamás»

«Al término de esta guerra, Hamás no va a gobernar más en Gaza»

Hasta el mismísimo Biden dijo «hay que eliminar a Hamás». Son frases que no se pueden interpretar de maneras diferentes. El resultado esperado es uno solo y nunca se habló tan terminantemente sobre los objetivos. Es como que digas «trataremos de hacer un buen mundial» y un buen día vengas diciendo «preparen la copa porque vamos a salir campeones del mundo». Hay que tener huevos para prometer algo así.

Mientras tanto, se empiezan a escuchar las voces de las familias que perdieron a sus familiares, de familias que tienen familiares (niños, ancianos, mujeres) secuestradas en manos de Hamás, y la lógica desesperación de saber que Israel va a entrar y sigue bombardeando lugares estratégicos de Hamás, en los que podrían estar sus seres queridos. Es desgarrador. Envidio a aquellos que no entienden hebreo y pueden desconocer las historias y los sentimientos de gente que ha sido dañada de por vida.

A horas de que Israel entre en la Franja de Gaza, todos se preguntan…si Israel les avisó a todos que va a entrar. Si les dio tiempo para evacuarse. Si les abrió corredores humanitarios para que puedan salir sin problemas…¿para qué carajo entran? ¿a destrozar túneles? ¿a desmantelar estructuras de soporte al terror? Si. Esa es la respuesta. Porque a los terroristas no los va a encontrar ahí. Podrán encontrar datos, información. Pero no mucho más que eso. Y luego, de ahí, avanzaran casa por casa. Va a ser una tarea difícil y las perdidas de vidas en el lado israelí están al caer, con seguridad. Es increíble pensar en el coraje que tienen que tener los soldados que van a entrar, sabiendo que cada baldosa puede ser una trampa explosiva que tuvieron tiempo de sobra para prepararles. Pero es que Israel está comprometido a responder de acuerdo a las leyes internacionales de la guerra. Porque también la guerra tiene leyes. Por supuesto que esas leyes no contemplan decapitar bebés ni quemarlos vivos ni violar mujeres ni fusilar civiles indefensos o quemarlos dentro de sus casas al no poder entrar. Y eso es porque estamos hablando de un país que combate una organización terrorista. Si te preguntabas cuál es la diferencia. Esa es. No te podés defender con la potencia que dicta la bronca ni la sed de venganza. Tenés que respetar las reglas.

Por el momento, la gran mayoría del mundo está de mostrando apoyo a Israel. Sería demasiado no hacerlo. Mamarrachos como Myriam Bregman, candidata a presidenta en Argentina por los partidos de Izquierda (que encima es judía) aún apoyan la lucha de los palestinos en forma explícita y los ven como víctimas. Pero en general, el mundo está apoyando. Y eso se va a empezar a revertir. Porque con el ingreso a la Franja de Gaza, las imágenes van a empezar a venir del lado palestino. Es lamentable pero es así. Especialmente cuando Hamás no les permite a los civiles evacuarse. Y también con eso Israel se va a tener que enfrentar. Aunque sabiéndose cumplidor de las reglas de la guerra, no tendrá que rendir, por una vez, cuentas a nadie.

Guerra con Hamás – Día 8

Vamos a hablar de dos cosas. La primera es «Qué pasó». La gente no deja de preguntarse y de preguntarme qué pasó y c´mo pede ser que Huracán le haya mojado la oreja a Barcelona.

Algunas cosas se saben, o corre cierta información que puede ser creíble: que sabotearon el sistema de cámaras con unos drones comprados en Aliexpress que volaron por encima de la valla y depositaron una granada en el sistema de control. Hay videos de eso. Que durante la semana anterior pusieron explosivos en la valla para romperla mientras distraían al ejércitos tirando algunos misiles sobre Israel. Que los partidarios de Hamás en Cisjordania empezaron a hacer kilombo las semnas anteriores para lograr que el ejército mueva a sus tropas estables alrededor de Gaza para la zona de Cisjordania y quedase más expuesto. Con eso, el golpe les fue más fácil. Se dice que Egipto alertó a Israel sobre algo que se cocinaba y se dice que Israel no les dio bola. No es del todo cierto porque se empieza a saber que el Servicio de Inteligencia (Shabak) movilizó equipos de combate la noche antes del ataque y es la razón por la que tuvieron 10 bajas. En fin… no venía a decir esto sino a repetir una frase que dice «mientras se dispara no se analiza». Se sabrán cosas con el tiempo. No es el momento de darle (darnos) explicaciones a los simples civiles, por más enojados que estemos. Las investigaciones a veces llevan tiempo y muchas veces se tiene que sopesar la forma y el momento de contar las conclusiones. ¿Que no nos van a contar todo? Obviamente. Sería ingenuo que así sea. Quizá en 50 años mis hijos vean el documental como yo vi la serie «201» sobre la guerra de Yom Kippur de 1973, la mismísima noche antes de que arranque esta guerra.

El segundo tema es la solidaridad. Se dijo por los medios que los de Hamás declararon que estimaron un momento de debilidad israelí al ver al público dividido (se veía venir una grieta como la de los K en Argentina) durante las últimas 40 semanas debido a las reformas judiciales que Netaniahu quiere legislar y muchísima gente se manifestó sábado tras sábado en contra. La gente empezó a mirarse mal a los ojos. Religiosos y no. Derecha e Izquierda. Las discusiones se ponían feas. Biden no le atendía el teléfono a Netaniahu siquiera. Los pilotos del ejército decían que no se presentarían más a volar. Los reservistas que no se voluntarizarían más. Todos amenazaban. Y yo (que cada vez me voy convenciendo más de que el chiste que hago en el trabajo diciendo que «vengo del futuro» es verdad) les decía «¿vos de verdad te pensás que llegado el momento, los aviadores no se van a presentar? ¿vos de verdad pensás que por más que se lleve mal Bibi con Biden, llegado el momento le van a dar la espalda a Israel?» Y todos me pintaban un apocalíptico panorama de la extinción del Estado de Israel.

Nada más lejos de la realidad. Se han convocado a 350 mil reservistas. Todos al pie del cañón. Estados Unidos se pronunció en favor de Israel de una manera que no registra precedentes y, por primera vez en la historia (al menos que yo sepa) mandaron soldados, portaaviones y cazas. Todo eso, coronado por una mancomunación increíble del pueblo que, unidos sin importar ninguna grieta, empezó a donar cosas para los damnificados del sur, para los soldados en ambos frentes. Cajas y cajas y bolsas y bolsas (ayer estuvimos ayudando en un centro de distribución y era increíble como no paraban de llegar donaciones!). Todo para que no les falte nada en el centro. Madres cocinando, padres yendo con los autos propios hasta el mismísimo sur a llevar ropa, frazadas, calzado, equipamiento, accesorios. Todo lo que hace falta. Es emocionante ver como todo el mundo pone el hombro para ayudar. ¡Colas de 300 metros para donar sangre! Es maravilloso saber que al margen de cualquier discusión, el pueblo sabe ubicarse y defender lo importante.

Pronóstico para hoy: la entrada a Gaza por tierra. Todos entendemos que esta vez, va a ser tremenda la respuesta. Si no lo fuese, la gente y la historia se lo demandará a Bibi. Y si tendrá o no (independientemente del resultado final) que renunciar, de eso no se habla ahora. Por lo menos conmigo. Porque mientras se dispara, no se analiza.

Guerra con Hamás – Día 7

¿Dónde se ha visto un ejército que avise a qué palo va a patear el penal?

Paradójicamente, al ejército de Israel le deberían dar el Premio nobel de la Paz.

Para el que no lo escuchó: esta mañana Israel le comunicó…-escuchen bien-… por canales oficiales, por SMS a cada ciudadano(!) y con volantes que hicieron caer desde el cielo sobre toda la franja de Gaza, que tienen 24 horas para evacuar el norte de la franja de Gaza, porque van a entrar.

Claro… el pedido es a los civiles… y somos tan inocentes creyendo que los terroristas se van a quedar en sus casas esperando que los maten.

Y de remate, Hamás les comunica a los gazatíes que no tienen que hacer caso a los avisos, para que se queden en sus casas.

Una prueba más de que Israel no considera a los civiles como enemigos, y Hamás considera a los civiles propios como rehenes de uso militar para sus propósitos militares.

Guerra con Hamás – Día 5

Actos políticos. Ayer pasaron dos cosas importantes a nivel político. Porque una vez que la emergencia baja de rojo a naranja, y el ejército empieza a hacer su trabajo, se puede empezar a pensar.

Se declaró un gobierno de unidad nacional de emergencia. ¿Qué quiere decir esto? Que Netaniahu incluye ahora en su gabinete a los más destacados y expertos en temas militares (principalmente) de la oposición. Porque no es hora de andar haciendo chicanas unos a otros con frases como «yo dije que había que hacer esto o aquello». Hay que contar con los mejores para resolver un problema de alta complejidad en un momento álgido. Entonces Gantz, que supo ser el #1 del ejército («Ramatcal») en su pasado, se suma a aportar lo suyo. Esperemos que dejen los egos afuera de las salas de reuniones y que realmente se unan para tomar las mejores decisiones y no para el qué dirán de la gente, que ve con buenos ojos que se dejen de joder y se pongan los pantalones.

El otro hecho político (que en realidad ocurrió anteayer, pero no comenté) es que Biden, presidente de EEUU dio lo que dicen que fue el discurso de apoyo a Israel más enfático y explícito que cualquier presidente de EEUU haya dado nunca. Incluyendo a Clinton y demás amigos del pasado. Y hoy está aterrizando el ministro de Relaciones Exteriores de EEUU en Israel para dar apoyo (y seguramente, como digo siempre, bajar linea y dar instrucciones).

Anoche dieron una conferencia de prensa Gantz, Netaniahu y el Ministro de Defensa Galant. Y como en el mundial, las propagandas de Quilmes son yeta, creo que las frases que dijeron, tal y como adelanté ayer: «Vamos a eliminar a Hamás de la faz de la tierra» y demás, son yeta. Son palabras que denotan un «perro que ladra no muerde». Son frases que todos quieren escuchar. Yo no. Yo quiero escuchar el boom de los escombros acumulándose por toneladas en Gaza. Quiero 5 km adentro de la franja en control de fuerzas internacionales. Quiero que el daño en la franja sea tal que no solamente Hamás quede desmembrado sino que los ciudadanos como yo que quieren vivir en paz, levanten de una vez la cabeza en Gaza y digan BASTA. Que se pudran de una vez por todas de ser rehenes de un gobierno terrorista y recuperen el control de sus vidas. Nadie va a hacerlo por ellos. Hasta que no se levanten, los van a seguir pisoteando y van a seguir siendo víctimas del daño colateral de los bombardeos que Israel perpetra en este momento mientras escribo estas líneas. Así como la falta de apoyo del pueblo argentino sembró los cimientos para que los militares se retirasen en 1983, los gazatíes tienen que levantarse de una puta vez. Por el bien de todos.

Mientras el Ejército de Israel se dedica a destruir todo lo que se mueve, y todavía quedan terroristas sueltos en territorio israelí (ayer mataron a otros 4), el horror de las imágenes y testimonios llega a todo el mundo. Y yo quiero agregar algo más: Cuando el pueblo israelí se volcó a manifestarse contra la reforma en el sistema de justicia de Israel durante los últimos 40 sábados consecutivos, se alzaron voces apocalípticas que decían: «los aviadores anunciaron que no se van a presentar más como voluntarios al ejército»; «Netaniahu es tan desastroso que EEUU no quiere ni darle una charla con Biden y nos va a retirar el apoyo» «sin el apoyo de EEUU y sin los aviadores, deja de existir el Estado de Israel». No es que yo sea un politólogo ni un experto. Lo que tengo son años. Y acá también, perro que ladra no muerde. Les dije a todos: «¿vos realmente pensás que llegado el momento, los aviadores no se van a presentar o EEUU no va a dar ayuda?». Y así como lo dije pasó. Lástima que no hay un Prode porque ganaba por lejos. Estados Unidos mandó 5 mil soldados en sus barcos y portaaviones, mandó 8 billones de dólares y aviones con armamentos, Biden habla con Bibi todos los días por teléfono y los aviadores hacen doble turno entre el frente en el norte y la franja de Gaza.

Israel es un pueblo milenario. Y con todo el respeto o dis-respeto(?) que me merezca, Netaniahu no va a ser tan poderoso como para provocar que el pueblo judío deje de existir. En los momentos de crisis, todos se unen porque eso es lo que hay que hacer. La solidaridad llegó a puntos que no se habían conocido en Israel. Todos ponen el hombro. Y así tiene que ser.

Guerra con Hamás – Día 4

Van avanzando los días y el horror se va descubriendo en forma exponencial.

En los pueblitos civiles cercanos a Gaza en los que los terroristas de Hamás invadieron y asesinaron gente, como si esa oración no fuese suficiente, se empiezan a conocer detalles: bebés decapitados, familias enteras fusiladas en sus casas, reportes de mujeres que fueron violadas y luego asesinadas en la fiesta de música electrónica que se celebraba cerca y en la cual masacraron a 260 personas.

Los asesinados por Hamás ya pasan los 1200 y no conozco a nadie que no tenga a alguien conocido o cercano entre las víctimas. Aquellos cercanos con los que se puede hablar cuentan que al salir de 20 horas encerrados en el refugio de su casa, lo que vieron a su alrededor, que también sus hijos chiquitos vieron, no se lo van a poder borrar nunca de sus retinas. El horror jamás imaginado.

Y lo peor es que los terroristas de Hamás, entran a territorio israelí a hacer el mayor daño posible, sabiendo que no van a volver. Son suicidas. No tienen un plan de guerra. Es un mega-atentado. Y los que lo planearon saben con seguridad que Israel va a responder. Y saben que en esos ataques van a morir muchos más civiles que los israelíes que lograron asesinar. ¡Y no les importa! Porque esa es la gran diferencia entre un terrorista y un soldado. Cuando tenés un ejército, que su función es DEFENDER a los ciudadanos, ellos van a hacer todo por cuidar tu bienestar, ANTES de atacar al enemigo. Pero cuando hay terroristas que toman el poder militar, como en Gaza en manos de Hamás, nada les importa más que eliminar al enemigo, sin tener en cuenta a su propia gente. Porque así se define el fanatismo.

Israel ahora avanza sobre Gaza. Para los que no lo saben, se suele hacer es «marcar» un edificio con un explosivo que hace ruido sin daño (se denomina «tocando el techo») para que los que están adentro sepan que en breve, ese edificio va a ser bombardeado. Y luego, se lo derriba, dándoles la oportunidad de evacuarse. ¿Acaso se merecen semejante deferencia? Cuando los holandeses pegaban y provocaban, lograron sacar de sus casillas al mismísimo Messi que les hizo el topo gigio. Imaginate si el ejército israelí perdiese los estribos.

El plan de Israel es siempre destruir la infraestructura de Hamás en Gaza y eliminar puntualmente a la cúpula (ayer asesinaron al ministro de economía de Hamás, por ejemplo) haciendo uso de inteligencia para ubicarlos y de una precisión quirúrgica para llegar a ellos. Y los políticos de turno (que casi siempre fue Netaniahu) no se cansan de repetir «vamos a responder de una manera que jamás se olvidarán». Y ya dan lástima. Porque a Hamás no les importa. Porque al minuto se olvidan. Porque las imágenes de destrucción en Gaza que recorren el mundo no los preocupan. Reciben financiación y levantan todo de nuevo sin pestañear. Y ya vemos que, con un planeamiento preciso, lograron hacer un daño irreparable a la sociedad israelí, sin importar que la última vez, el ejército les propinó «una respuesta que jamás olvidarán».

En la sociedad israelí cada vez se escucha más, y en especial esta vez, que «no alcanza». Que esta vez de verdad hay que hacer algo que no solo Hamás sino el mundo entero no olvide más. La paciencia se acabó. Fueron demasiado lejos. El mundo entero por primera vez responde sin dejar lugar a dudas con un apoyo incondicional a Israel. Exceptuando, claro está, a gente tibia que está comprometida con Irán como la vice presidenta argentina Cristina Kirchner, que twiteó una condena a la violencia, sin explicitar la de quien, y sin siquiera usar la palabra Hamás, y confundiendo los términos diciendo que los conflictos entre países blah blah blah… Hamás no es un país. Hamás es una organización terrorista declarada por todos los países del mundo como tal, que tiene como rehén a toda la franja de Gaza, en la que viven aterrorizados millones de palestinos sin otra opción que saber que en cualquier momento van a ser bombardeados, como consecuencia de las acciones de los que los fuerzan a una vida miserable.

En el norte, las cosas se siguen calentando pero por ahora, y por suerte, no avanzan hacia un conflicto. A pesar de que ya hubo muertos del lado israelí. Esperemos que quede así.

Guerra con Hamás – Día 3

Después de que fueron apareciendo las imágenes del horror que perpetró Hamás en el sur del país, y con el comienzo de la respuesta del ejército israelí en Gaza, pasaron cosas.

La primera es que en el norte empezó a calentarse la cosa. Ya hubo disparos de misiles, hubo invasión de terroristas de Hezbollah -dos de ellos fueron abatidos por Israel-.

La segunda y más llamativa, es que Estados Unidos envió 1 portaaviones y 8 cazas. Eso nunca había ocurrido hasta ahora. Los norteamericanos son un socio estratégico de Israel desde hace décadas, y han enviado armas y dinero en el pasado para cada evento, operación o guerra. Pero esta vez vienen en persona. Si bien no se habla mucho en los medios, creo que es una marca completamente diferente. Casi un game changer. Aparentemente vienen a controlar -y eventualmente ejecutar – lo que pasa en el norte. Hay advertencias a Nasrallah -el número 1 de Hezbollah- que si se suma al conflicto, EEUU va a actuar, y hasta Siria no paran. Y para que quede claro: los que están detrás de ambos (Siria y Hezbollah) son los iraníes, a los que los americanos los tienen entre ceja y ceja. Pero habiéndose sumergido en el fiasco de Irak, EEUU ya no encontró la forma de actuar contra Irán y arriesgarse a otro fracaso político. Esta vez, con la «excusa», llamémosla así, de Irán actuando bélicamente contra Israel, le daría el escenario perfecto, con la legitimación del mundo entero, para irseles al humo a los de Teherán. O quizás, sea simplemente un acto de advertencia para evitar que se metan en el conflicto.

Las historias que se empiezan a escuchar de las víctimas son terribles. Y cuesta entender cómo lograron hacer tanto daño a Israel, potencia militar, con tan poco. Porque no estamos hablando de equipos soficticados ni nada que se le parezca. Es un clásico David contra Golliat. La herida que causó este ataque inicial de Hamás va a dejar una enorme cicatriz en la gente. Los muertos siempre son muertos, pero en este caso, la sangre fría con la que asesinaron a quemarropa a niños, familias, ancianos, todos civiles, enerva la sangre y hace que la gente más equilibrada pierda el norte y clame por una respuesta que le de a entender al enemigo, que esto no se puede volver a repetir. Que cruzaron una línea roja.

Por el momento, Israel está respondiendo como siempre. Nada extraordinario. Y en mi modesta opinión. No alcanza. Lamentablemente, no alcanza.

Guerra con Hamás – Día 2

Habiendo pasado un poco más de 24 horas desde que este infierno arrancó en Israel, y después de que se declaró que esto no es un operativo sino una guerra, me pregunto si en la historia esta será considerada una guerra, como las de los 6 días, la de Yom Kippur o demás.

En forma relativa se puede decir que el país vuelve lentamente a la rutina. Yo estoy en la oficina trabajando y no soy el único, si bien muchos eligen quedarse a trabajar en casa para estar cerca de los hijos más chicos. Hay mucho caos. Gente con la que se perdió contacto y no se sabe si están muertos o si fueron secuestrados como rehenes y llevados a la franja de Gaza. Mucha desesperación.

Lo que quiero decir hoy acá, con la temperatura todavía alta pero con un poco más de tiempo para pensar, es que algo grande no estamos sabiendo. Uno que conoce más o menos cómo funcionan las posiciones de vigilancia que hay por TODO el país, en lugares en los que nunca pasa nada, no se puede imaginar cómo es que a lo largo de toda la franja de Gaza, el lugar más peligroso y que hay que vigilar con más intensidad, semejante organización logística tuvo lugar sin que nadie se haya dado cuenta. O sin que el que se dio cuenta no haya avisado. O sin que al que le avisaron haya dado la orden de reaccionar. Uno sabe que en la fuerza aérea siempre hay una guardia, como en la farmacia de turno, con aviadores que duermen al lado de los aviones. Todos los días. No solo los días de kilombo. Es su rutina. Y si hay un llamado, en 7 minutos tenés un avión sobre la franja de Gaza. Entonces, cómo puede ser que yo tuve tiempo de levantarme, entrar al refugio, prender la computadora, y ver como después de que las diez camionetas blancas llenas de terroristas pasaban el límite, seguían pasando más terroristas a pie como si fuese el muro de Berlín caído.

Es tan inconcebible que da que pensar que alguien estaba con las manos atadas para dar la orden de hacer algo. Acá no es que un soldado de 19 años se quedó dormido en una guardia mirando por las cámaras de seguridad. Porque no es uno solo el que mira el límite con la Franja de Gaza. Acá hay algo más. Y como siempre digo yo: nosotros no sabemos un carajo y tratamos de entender con la poca info que nos dan.

Hoy el país trata de ponerse de pie. Muchos ya están de duelo y muchos esperan aterrados el momento amargo en el que les digan que sus seres queridos no están más. Y otros más entran en ese oscuro tunel del espanto que es tener un familiar secuestrado en manos de Hamás.

Pero hay muchos que ya empiezan a pedir explicaciones. Hay muchos que piden venganza. Hay muchos que exigen que Israel haga algo para demostrar que no se le puede hacer algo así al país y salir lo más campante pensando cuándo se lo hago de nuevo. Exigen una respuesta violenta y acorde al terrible golpe recibido. Es difícil seguir siendo moderado cuando vez tras vez, pasan cosas como éstas.

Me gustaría tener la máquina del tiempo para viajar a un mes de acá hacia el futuro porque la ansiedad por las explicaciones que demanda la gente, a mí, me está matando.

La Invasión de Hamás

Esto lo escribo para los que viven en Argentina y leen el diario que hay kilombo en Israel. Porque esta vez, realmente es otra cosa. No es una mas de las veces que se armó kilombo.

Es dificil de imaginar que ya estamos acostumbrados a que tiren 2000 cohetes por día desde la franja de Gaza a objetivos al azar, civiles, y que tengamos un sistema de defensa que, en la mayoría de los casos, sabe interceptar esos cohetes.

ESTA VEZ ES DIFERENTE. No hubo algo así en los 26 años que llevo acá.

A las 6;30 de la mañana nos despertó la sirena en casi todo el país. Comandos palestinos invadieron -no se puede usar otra palabra- Israel en decenas de camionetas, forzando el límite con Israel y tomaron las calles de 22 pueblos cercanos a Gaza y empezaron a disparar a todo lo que se movía. Fusilando civiles en las calles, incendiando casas, entrando casa por casa disparando.

No estamos hablando de 3 locos como suele pasar. Esta vez entraron por tierra, por aire (con tipo aladeltas con motor) y por mar una cantidad enorme de terroristas. No sé decirles cuántos porque no hay información, pero en lo poco que se vio, es CIENTOS.

El ejército de Israel fue tomado por sorpresa y está reaccionando con la dificultad de entrar a pueblitos en los que los terroristas están escondidos como ratas en medio de los civiles. No es un campo de batalla como se ve en las películas y es difícil actuar.

Hay DECENAS de rehenes civiles y soldados que han sido SECUESTRADOS a Gaza.

Eso convierte a todo este evento en una guerra y no un evento o una operación puntual.

Todo lo que digo es información oficial y no está basado en rumores. Lo que quiere decir que todo esto, en realidad, va a ser mucho más terrible cuando los datos empiecen a llegar.

por el momento hablan de 100 muertos y 900 heridos, muchos de ellos en situación crítica de vida o muerte.

Hay mucho desconcierto e incluso en personas como yo, que no estuvieron en el ejército, hay una sensación de furia y desolación sin control. Dan ganas de que Israel, uno de los ejércitos mejor preparados y mejor equipados, pueda por una vez en la vida defenderse como cualquier país en el mundo se defendería en un evento como este.

Estamos esperando con temor que en el norte Hezbollah no se sume al ataque como ya ha pasado en el pasado.

Todo esto es lo que pasa en este momento en Israel. Lo personal lo dejo aparte porque no estoy como para compartir tanto pero me pareció importante que sepan más de lo que suele pasarse en las noticias como si fuese «otra vez kilombo».

No. Esta vez es otra cosa.

Guardián de las Murallas (la guerra nuestra de cada verano)

Hablás con cualquier israelí con buena memoria y te dice «en Ramadam siempre hay kilombos!». Luego de 4 años de silencio relativo, en el que uno suponía que los palestinos estaban finalmente decididos a construir un país en Gaza en vez de túneles para colarse en Israel a matar gente o para esconderse. 4 años en los que uno suponía que toda la plata que reciben -de donde sea- la usaron para construir una infraestructura que les permita mejorar las condiciones de vida de los habitantes.

Pero no. Nos equivocamos… ¡se equivocaron! una vez más.

Bloqueo o no bloqueo, los palestinos se las ingenian para armarse un nuevo arsenal de 10 mil misiles para disparar a Israel. Les quedaron unos cuantos, pero dispraron una cifra récord de 8 mil cohetes. Y cada vez llegan más lejos y mejor.

Pero vayamos a qué fue esta vez el detonante. Porque mañana puede ser un caramelo o cualquier excusa. Pero esta vez fueron los dos barrios de Jerusalem del Este que la justicia determinó que los palestinos los deben desocupar porque hay gente que tiene pruebas por escrito de su posesión… o algo así. Olvidate. La misma justicia que muchísimas veces da orden de desalojar judíos en cisjordania que levantan colonias ilegales y demás. No te vayas a creer que es una justicia comprada como en países bananeros. Pero ¿sabés qué? Olvidate. Si Hamás quiere armar kilombo, a veces le basta con que Ariel Sharón pise la explanada de las mesquitas. Así que con eso te das una idea.

Miles de cohetes por todos lados. A mí esta vez me tocó un poquín más que otras veces y escuché explotar cohetes sobre mi cabeza en Ramat Gan. Imaginate si Ramat Gan fuese Berlín o Sevilla o San Petesburgo. Es fácil para todos criticar desde afuera.

Israel tiene un sistema de defensa genial y eso impidió centenas de muertos. Porque Hamás tira a matar civiles. Nunca cayó un cohete en ninguna base militar. Tiran a matar. En cambio el Ejército Israelí, que es lo mejor que les puso pasar a los palestinos, sobrevuelvan un edificio de comunicaciones en Gaza y tiran bombas de estruendo y de humo en el techo (ver foto) para avisarles que van a volarlo por los aires en una hora o dos. Y le dan tiempo a todos a escapar. Dame un día el mando del ejército a mí y no queda títere con cabeza. Pero bueno.. así es israel.

Qué quieren que les diga? más de lo mismo. Les destruimos infraestructura que les costó 4 años construir. Una ciudad subterránea de túneles para esconderse, atacar, acumular cohetes que Dios sabe de dónde traen los materiales para construirlos.

Y ahora a aguantar hasta la próxima. Porque esto no va a terminar nunca hasta que los 2 millones de palestinos se pudran y se levanten contra Hamás, o que entren las potencias del mundo (al estilo Afganistan e Irak) a deponer a los terroristas dle gobierno de Gaza y así arrancar de cero.

Así como lo canto en Ramallah, la canción de mi disco, la enorme mayoría en Gaza quiere que los dejen tocar la guitarerita y vivir en paz. Los 100 mil terroristas no los dejan y los tienen en la miseria, haciéndoles creer que hay un enemigo externo, cuando la verdad es que el enemigo lo tienen delante de sus narices.

Free Palestine from Hamás.

Ese es mí único lema, y lo único que voy a decir en cada discusión que se arme. Porque todo lo demás, ya lo escuchamos.

PD: y mientras tanto, se supone que Yair Lapid está armando coalición para convertirse en Primer Ministro, y durante los 11 días que duró este conflicto, no apareció JAMAS a decir ni mu. Creo yo que agradeciendo no estar todavía en el mando y esperando estarlo por el tiempo minimo suficiente para que no le toque otro veranito así. Un pelotudo con corbata. Y cuando termina todo, sale a decir que el gobierno de Bibi fracasó. Un don nadie. Y eso explica por qué Bibi gana siempre. Porque juega solo.

La Izquierda Fracasa

¿Sabés qué? La izquierda fracasa en Israel. Lo digo yo sin ser ni de izquierda ni derecha.

Para simplificar posiciones, aceptemos que la derecha «quiere matar a todos los árabes», por decirlo de alguna manera, y la izquierda «quiere devolver todos los territorios y que funden un país mañana mismo». Entonces podemos mirar qué está haciendo bien y qué está haciendo mal cada uno de los lados para cumplir con su sueño.

La derecha la hizo bien: eligió a Netaniahu de Primer Ministro hace como 8 años ya, y a Liberman de Ministro de Defensa. Si bien es cierto que son dos cagones que a la hora de los bifes no hacen lo que prometieron y su mano dura no es lo que decían, aún así, la derecha no tiene mejor panorama que tener a esos dos en el gobierno. Así que la derecha, según su idiología, hizo lo que tenía que hacer.

La izquierda no. Porque no solo falla en convencer a la gente para que con su voto le den uan nueva oportunidad de gobernar, sino que falla a la hora de hablar con los palestinos y aconsejarlos por el camino que ELLOS creen que es el correcto. Es muy común escuchar a la izquierda justificar el odio palestino y su frustración, causados por los abusos israelíes. Pero con eso no alcanza.

Y mientras tanto, en el campo de batalla, el ciudadano qué ve en las noticias? Túneles, cohetes, y ahora barriletes incendiarios. Sí, sí. Barriletes con molotovs que aterrizan en los campos israelíes prendiéndo hectáreas y hectáreas de fuego. Vos cagate de risa, pero cuando veas esta foto ya no te vas a reír más (sigue abajo)

fuego barriletes

Imaginate que esto pasa a la salida de tu colegio secundario, como estos pibes que están filmando eso con sus celulares. No me digas que no te vas a querer defender.

¿Y en qué fracasa la Izquierda? Si sos de izquierda tenés que tener la capacidad de poder explicarles a los palestinos, a aquellos que te la pasás diciendo que son en su ENORME MAYORIA pacíficos y pobres oprimidos, explicarles que no les conviene hacer semejante movida. Porque perpetrar acciones que permitan semejante circo multimedia conducen a que todo Israel te quiera bombardear la franja de Gaza. Porque por más que no haya habido muertos (todavía) y las pérdidas sean solo materiales, esta foto no les conviene. No les hace ningún favor y hacen enfurecer al más calmo de todos. Creo que cualquiera de nosotros puede estar en contra de la violencia hasta que viajamos en un colectivo y nos tocan el culo. Ahí saltamos todos como leche hervida. Esto es así.

Y la izquierda, si quiere que nos comamos el verso de «los terroristas de Hamás son una escasa minoría y la gran mayoría solo quieren vivir en paz», tienen la obligación de hacerles entender que así, no van a lograr nada más que empeorar las cosas. Que eso es peor que un atentado contra un soldado. Porque, qué le vamos a hacer? Somos todos animales impresionables y la multimedia puede con cualquier lógica.

Así como el mundo entero no parpadea por cinco muertos adultos y sí se escandaliza si el muerto es un niño o una mujer embarazada, también el público israelí está lamentablemente acostumbrado a que cada tanto un loco va a apuñalar a un soldado en un puesto fronterizo. Pero ver que te están incendiando literalmente el país, es mucho más fuerte que mojarte la oreja. Y ahí despiertan a la bestia.

Claro, no descubirmos nada. Los que me leen hace años saben que lo que yo pienso es que tanto la derecha como los palestinos, quieren seguir en este estado de las cosas. Los palestinos porque sueñan con que un buen día algún milagro ocurra y de verdad logren borrarnos del mapa. Y la derecha porque sueña que un buen día se despierten y los palestinos se hayan marchado a la patagonia argentina dejando una notita que diga «andá a cagar vos y tu Tierra Santa».

Pero nada de eso va a ocurrir. Y los únicos que lo saben bien son los de la Izquierda. Entonces es SU OBLIGACION, lograr que se den las condiciones para negociar. Y, si realmente creen en lo que pregonan, deben probarlo. Demuestren que del otro lado del límite hay un pueblo de gente dispuesta a vivir en paz. Logren que los escuchen. Porque si no lo logran ustedes, entonces ya no habrá esperanzas para nadie.

No Hay Falafel Que Les Venga Bien

En los blogs pro-palestinos me bloquean los comentarios cuando intento dialogar de verdad, exponiendo mi punto de vista. Lo hago no para convencer a nadie sino porque estoy completamente convencido que, como en la vida misma, nada es blanco o negro. Y si yo veo las cosas de determinada manera, solo escuchando al que las ve completamente al revés, podré entender qué tan gris es la verdad, que está en un lugar en el medio. Más para allá, más para acá. Pero al menos entenderé la otra posición de manera más cabal. Yo no tengo problema en reconocer errores en el lado israelí. De hecho lo hago todo el tiempo. Pero no he visto ni un blog que haga autocritica palestina. Si lo hay, por favor tiren un link.

Claro que cuando dejo un comentario en esos blogs, (que tienen el sistema de aprobar los comentarios antes de que se vean públicamente -eso en mi blog no existe y es una prueba más de lo democrático que es este blog-) no me lo aprueban o directamente bloquean mi usuario para que no pueda comentar.

Volviendo al conflicto de Gaza de este verano que se termina en estos días, ya todos se olvidaron de lo que pasó y empiezan a pensar en el Mundial, en la Libertadores, o en la muerte de Cerati. Ah como… ya se olvidaron y ahora piensan en la muerte de Cafiero? Ni morirse sirve. Los muertos pasan de largo. En fin… decía, que volviendo al conflicto, ahora a Gaza le queda afrontar los desastres que quedaron en la franja, como consecuencia de la guerra que allí se llevó a cabo.

Los miles de muertos y la destrucción de infraestructuras. Ellos sabrán si esas muertes les valieron lo que consiguieron a cambio. Yo se que a Israel nada de eso (ni las 71 muertes de su lado ni las muertes que infringió) le sirvieron de nada. Si hubiese querido que le sirva, tendría que haber hecho todo lo que hizo en una semana en vez de en dos meses. Para que el mensaje sea: por la fuerza, conmigo, no. Vení a sentarte a negociar. Ofreceme garantías y hablamos. Pero por la fuerza no. Casi como intento hacer con mi ex- esposa. Pero ninguno de los dos entiende y así estamos. Lamentablemente.

No hay falafel que les venga bien. Estuve fino, ¿no? Es que los palestinos pidieron dinero para reconstruir la Franja. Pidieron 4 mil millones de dólares. Menuda cifra. Recibieron 5400. Mucho más de lo que pidieron. Seguro que con lo que les sobra van a poder reconstruir los túneles. O quién sabe si para la próxima guerra estarán ya construyendo drones o algo más cool.

Y lo más interesante, y una constante en la blogósfera palestina, como decía antes, es la falta de honestidad consigo mismo. Cuando TODO lo que pasa es culpa del «enemigo sionista», entonces es porque no te hacés cargo de nada.

Fijate este print de un sitio llamado «electronic Intifada» que fue traducido y republicado cientos de veces más. Dicen que a pesar de haber llegado esa ayuda, el VERDADERO beneficiario de esa plata es Israel. O sea… macho, media pila. Si no querés beneficiar a Israel, entonces ¿por qué no le decís a la comunidad europea y a EEUU que no manden nada? Deciles «no, no quiwero que se beneficie Israel, no manden plata!» Quiero verlo. Ya me da risa, es casi incomentable, pero cuando pensé en la frase «no hay falafel que les venga bien», no me puse resistir a la idea de escribirla. Sepan ustedes disculpar. Pueden seguir con sus vidas normalmente. Entremos a la página de Crónica que me parece que se murió Tina Turner. Y dale que va…

 

beneficiario Gaza