Guerra con Hamás – Día 157

Los Planes.

Si miramos para atrás, tenemos en el pasado más reciente, la Guerra del Líbano (1982), la Segunda guerra del Líbano (2006) y después enfrentamientos menores a los que no se los consideró guerras sino «operativos». Hay una definición que establece el gobierno y según la cual, se opera de tal o cual manera y eso depende de si se define como guerra o no lo que está pasando. En este caso, velozmente el Gobierno declaró que estamos en guerra y así se actuó. Pero a diferencia de las del Líbano, que duraron decenas de días, acá ya estamos frente a algo que la historia todavía no le puso el nombre. Ya van 157 días, camino al medio año de guerra y las cicatrices que esto va a dejar en la sociedad, todavía no las estamos apreciando del todo.

Y para agregar condimentos, y tal como si fuesen los planes de las vacaciones de verano, ya no es secreto que para Mayo empieza la guerra en el Líbano. Uno puede suponer que si eso ya está planificado, es porque en el sur las cosas se piensan calmar para esa época y disponer de los recursos para limpiar de enemigos la amenaza del norte.

Recién releía que -al menos en el análisis escueto de Wikipedia- decía que como consecuencia del vacío que dejan los palestinos vencidos y echados del sur del Líbano en la guerra del 82, nace Hezbollah. Y así, en determinado momento también nació Hamás en Gaza. Fácilmente vemos como estamos de mal en peor y no podemos sino preguntarnos si semejante destrozo causado en esta guerra por el Ejército de Israel no va a dar comienzo al nacimiento del algo peor que Hamás. Es increíble porque no estamos hablando de un chico al que las malas experiencias lo hacen aprender que «eso no se hace». Acá estamos frente a un enemigo que dice «ahora lo hago de nuevo y peor». Entonces hasta te logra confundir y hacer pensar que por ese camino no vamos a lograr nada. Y si te agarran desprevenido, entonces podés equivocarte y pensar que mejor no atacarlos. Pero leyeron bien. Dije que eso haría Israel si se equivocase. Porque no se puede quedar de brazos cruzados.

Entonces… ¿cuales tendrían que ser los planes? A riesgo de repetirme y para que no nos olvidemos lo vuelvo a escribir: hay que aislar a los palestinos de sus amigotes en el barrio. Cuando no pueda venir a hacerse el guapo sabiendo que tiene al grandote de la otra cuadra o al pibe chorro del edificio de al lado, otro va a ser el cantar. Si no se puede llegar a un lugar por el camino directo, entonces hay que dar la vuelta y entrar por el fondo. Como esas películas que primero te muestran el final y después van desandando el camino hacia atrás.

Israel tiene que lograr firmar la paz con los asociados a los palestinos. Tiene que encontrar la manera de que a esa gente le convenga más eso que apoyar a Hamás. Tiene que lograr (por la vía económica, claro está) que Arabia Saudita llegue a un punto en que diga «má sí… a la mierda con Hamás!». Uno quiere confiar en que eso está ocurriendo tras bambalinas. Yo tengo fé, como decía Palito Ortega, que se está haciendo. No sé si Netaniahu o si alguien más. Por el momento no se escucha mucho y creo que eso es un buen síntoma. Hay que salir a comunicarlo cuando ya esté todo cocinado, para que nadie con intereses encontrados pueda interponerse.

Yo no veo otro camino. Si alguien tiene ideas; si los tan enojados opositores de Bibi tienen alguna idea diferente, me gustaría que la comenten. Si para algo deberían servir las manifestaciones de los sábados, es para proponer caminos alternativos, y me gustaría escuchar cuales son. Porque si no sos parte de la solución, pasas automáticamente a formar parte del problema.