Guerra con Hamás – Día 191

Y ahora qué pasa ¿eh?

Cuando pasó el temblor, hay que parar la pelota y pensar mejor. Porque es el eterno ejemplo del arquero. Si el arquero ataja, nadie lo felicita porque esa es su función. Y con atajadas no se gana un partido. A lo sumo no se lo pierde. Pero hay que ser más justo con el arquero. Hay que felicitarlo porque pudimos haber sido goleados de no ser por sus guantes. Y las Fuerzas Aéreas de Israel, ayer se zarparon. Hicieron un trabajo impecable. 99% de lo que Irán disparó, fue interceptado incluso antes de que entren en cielo israelí. Los aviones israelíes hacían paseos por medio oriente como se les cantaban las pelotas. Y hay que tener dos muy grandes para agarrar un F-35 y salir a volar por encima dle líbano o siria eh! Y lo hicieron.

Ni siquiera tuvimos que dormir en los refugios. ¡Nos estaba atacando Irán! ¡No es poca cosa! Y sin embargo… acá estamos… con una anécdota para contar.

Ahora todos se preguntan: ¿hay que responder o no hay que responder?. Porque a rigor de verdad, nosotros tiramos la primera piedra y lo de ellos fue el retruco. Nosotros les matamos al kía ese en Siria y por eso respondieron. La pregunta que se hacen todos es si cantar el quiero vale cuatro.

Por el momento, en Irán, están con el cielo cerrado de aviones, con al gente cargando nafta a lo loco y viendo qué pasa. Mi modesta opinión es que hace rato se decidió ya que no se va a responder, pero que se están haciendo los que lo están pensando para que los iraníes tengan un poco de cagazo. Para que tomen un poco de la medicina que nos hicieron tomar a nosotros. Aunque si mirás en el pasado, Israel y su fuerza aérea ha tenido el coraje de volar el centro atómico de Irak. Sería glorioso para la historia de este mundo que lo hagamos con Irán. Porque a pesar del hecho -nada despreciable- de haber colaborado EEUU, Inglaterra y Francia en esta defensa de Israel, lo cierto es que «si no actúo yo para mí, ¿quién lo hará?», como dice el poema.

Israel ganó mucho por caracter transitivo en que en Gaza no pueden subirse a ningún caballo de victoria después del ataque de Irán. Quedaron como unos peleles que no pueden ni hacernos cosquillas, y ahora hay que volver a la rutina de terminar de decidir cómo se resuelve lo de Gaza. Sinwar volvió a rechazar la propuesta de intercambio de rehenes y uno ya piensa de nuevo en el chiste del elefante y la hormiguita. Y sabiendo que a la hormiguita no la va a venir a defender ningún león iraní, habría que poner segunda y tomar las acciones. Ya estamos un poco agotados de tanta película de acción a nuestro alrededor.

No dejo de pensar cómo se llamará a esta guerra en el futuro y cada tanto digo… quizás en 9 días pasa algo que termina con el conflicto y se llamará «La Guerra de los 200 días». Pero ya pasó con los 50 y con los 100 y nada, che. No sé en qué número va a parar. Esperemos que no sea las mil y una noches por lo menos.

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