Guerra con Hamás – Día 55

Se acabó la joda.

Luego de estar una semana entera ch*** la p*** a Hamás, se cortó el hilo y el cese de fuego terminó. Todavía quedan 143 rehenes en manos de Hamás y no podía imaginarme otros 15 días en la tortura de esperar a que los mal nacidos se dignasen a entregarlos, hora tras hora, sin poder patalear, sin poder llamar al 1-800-REHENES para quejarse porque el delivery está tardando. La gente está feliz y nos emocionamos con cada secuestrado que vuelve, pero a la vez no conozco a uno que no estuviese deseando que se siga el ataque y se llegue al sur de la Franja.

También me alegró escuchar que se está evaluando expulsar a terroristas y sus familias de la Franja de Gaza. No me imaginé que íbamos a tener los huevos de plantearlo, pero parece que hasta EEUU apoya la idea. A ver quién levanta la mano para acogerlos en su seno comprensivo pro-palestino alrededor del mundo. ¿Inglaterra? ¿Argentina? ¿Chile? ¿Qatar? Levanten la mano más alto que no veo dese acá. Se escuchan grillos a la hora de la verdad.

El mundo que diga lo que quiera. Si encima nosotros le salvamos la vida en un hospital israelí a Yahya Sinwar, el líder terrorista de Hamás cuando tuvo un tumor en la cabeza, operandolo en un hospital israelí. Increíble. El cirujano debería haber forzado un estornudo en el medio de la operación y nos habría ahorrado un trabajo. Pero ahora hay que hacerlo. Hay que demostrarles a los que queden vivos, que van a tener que probar otra cosa con nosotros. Porque cada guerra pierden más. Cada vez que van por las malas se les achica más el territorio al que pueden aspirar.

A apechugar. Los rehenes van a volver. Y las condiciones las vamos a poner nosotros.