Guerra con Hamás – Día 85

El Arte.

Cuando algo rompe la rutina diaria de las personas, cada uno reacciona de manera diferente. Nadie queda indiferente frente a un Covid, o un casamiento, o una mudanza, o un nuevo amor. Y tampoco frente a una Guerra. Algunos empiezan a rever su pasado, otros se replantean el futuro. Algunos valoran de otra manera las cosas que tienen, que en el día a día parecen obvias y de repente no lo son y pasan a ser un tesoro, como poder almorzar con sus hijos todos juntos. Otros se aíslan y no quieren ver a nadie. Algunos se movilizan y se involucran. Otros se deprimen y se paralizan.

En el arte, las expresiones se multiplican y aparecen. Hay quienes sacan fotografías que sean testimonio de lo ocurrido, hay quienes ya están trabajando en una película, hay quienes pintan, quienes escriben una novela y, como es de esperarse, hay muchos que escriben canciones sobre lo que sienten, sobre lo que ocurre, sobre lo que desean, sobre lo que imaginan.

En mi caso, además de haberme metido en la rutina de escribir crónicas diarias que algún día a los extraterrestres les sirva de «Diario de la Guerra con Hamás», me puse a escribir una canción. Guido me mandó una base para un tema de nuestro futuro disco, pero no pude con mi estado de ánimo y me salió una canción sobre esta guerra que se nos mete en todos los ámbitos y rubros de nuestra vida.

Y como lejos de ponerme melancólico, este conflicto más que nada despertó mucha furia, no me salió como una de las decenas de canciones que escuché, con violines de fondo y letras que hacen llorar. Yo soy menos de ese estilo. En mi caso el mensaje está siempre en ser estímulo de la movilización, de agitar el pensamiento, de poner en palabras lo que el cuerpo sacude dentro mío.

Guido Kritz, el mago de los instrumentos y la producción me apoyó y guió como en tantos otros proyectos y me tuvo la paciencia de siempre para que salga adelante. Me imaginé que la canción iba a estar lista para cuando la guerra ya hubiese terminado, pero parece que el mundo tiene otro metrónomo que marca el ritmo de lo que pasa.

Y así salió «Nunca Más Es Ya». La canción de la guerra que en un par de días estará, como se dice hoy en día, «en sus plataformas digitales favoritas». Quedé muy conforme con el resultado y puede que ayude a levantar un poco la moral y el estado de ánimo de ustedes o de quien la escuche.

Les dejo el estribillo junto con un pequeño avance para que vayan preparando el oído.

Ruge el animal
Erupciona su memoria
Tiembla el pantanal
No es Venganza
Mantos de fricción
Un tatuaje en el pecho
Hordas de valor
Por Sión